Hola, hola:
Estoy de vuelta con otro bodorrio, en esta ocasión nos trasladamos a un cortijo espectacular en Jerez de la Frontera, el lugar perfecto para celebrar una boda campestre con toque chic muy especial. Pilar y Pablo deciden dar el paso y me dan vía libre, un lujo del que pocos podemos disfrutar. Sintiéndome algo más que «como en casa» y con su ayuda y la de toda su familia, conseguimos lo que se buscaba, disfrutar de un día entre familiares y grandes amigos de una manera cómoda, sencilla, super ivertida y muy natural… definiendo a la pareja, tal cual es, ESPECIAL.
Se abría en día campestre con un rico picoteo al más puro estilo andaluz donde no faltaba ni gloria. Recepcionados por una bonita mesa de recuerdos y firmas para los invitados y una supersorpresa hecha por los novios. Un paseo cronológico a lo largo de sus vidas donde aparecían cada uno de los allí presentes, un detalle único y difícil de olvidar….. y un curro de la leche, chicos!
Tras la cata de ibéricos, la ceremonia SORPRESA, todo lo que cuente es poco!
Como no podía ser de otra manera y viniendo de familia de artistas, entre amigos y familiares la ceremonia fue….. de escándalo. Bajo la sombra de un bonito olivo, escuchamos emotivas historias con recuerdos de la infancia, cariñosas palabras de amigos, canciones dedicadas y cantadas por familiares…. hasta interpretar un simpático romancero contando las aventuras de sus vidas. Os puedo asegurar que todos los que vivimos esos momentos los recordaremos siempre. La guinda de arte la puso la pintora de la familia, inmortalizo en acuarelas escenas del mágico día, increible verdad?
Tras la emoción del momento, ilusión, risas y alguna lagrimilla que otra, pasamos a degustar el menú del día, un delicioso majar casero de sabores sublimes.
Rodeados por una bonita arboleda, enmarcamos la zona principal del almuezo con nuestro sello, las divertidas banderitas HAND MADE en telas muy coloridas y variadas dando un toque informal al espacio. Bajo este encuadre, dos largas mesas recorridas en su longitud por un bonito camino de mesa en cuadritos rojos y blancos y un ejercito de tronquitos y botecitos de cristal decorados con encajes, telas, flores silvestres y velas, albergarían a los invitados en la hora del almuerzo.
Un bonito bodegón al fondo del jardín esperaba a los invitados con productos de la tierra, unas almendritas del campito de Guaro y un aceite de esos que quita el hipo. Un detallazo que quisieron tener Pilar y Pablo con sus familiares y amigos.
Tarde/noche/madrugada…. de risas,piscina, fotos,bailes, sorpresas y juegos donde todo el mundo se entrego al 100%, señal de que estaba siendo un dia único e irrepetible que se alargo muy mucho.
Lo dicho; «como en casa» sin preocupaciones y disfrutando de todo al 200%. un vez más quiero agradecerles por confiar en mi trabajo y haberme brindado un trocito de día mágico día en sus vidas.
…GRACIAS…
